Existe siempre una distancia muy real, entre el proyecto y el producto final. Aunque este último es gemelo de su hermana mayor, la maqueta, siempre me sorprende la impresión final. Evidentemente son dos los factores que determinan esta sensación: el olor de “recién impreso” que desprenden las páginas del nuevo libro, y el tacto del papel. Es por eso que elegimos Fedrigoni desde el principio: Nettuno Bianco y Arcoprint 1EW.
Aquí en la foto, en la imprenta La Pieve – Villa Verucchio (Italia), imprimiendo.